sábado, 24 de septiembre de 2011

Una presentación tardía


Lo siento. Ya sé que debería haber empezado por el principio...por el: ¿qué es eso de "dolce far niente"?
Es algo que descubrí en una película...bueno, ya lo conocía, pero no sabía que tenía un nombre concreto.

Creo que la escena en cuestión transcurría en una barbería de algún lugar de Italia. Los parroquianos explicaban el significado de esta frase, entre risas: el dulce placer del "no hacer nada", de holgazanear de forma consciente, aplazando el estrés y las prisas... un regalo para uno mismo.

Desde ese momento decidí reivindicar más "dolce far niente" para todos. No hay que olvidar la importancia de buscar un momento para disfrutar de los pequeños placeres que hacen la vida más agradable: desayunar sin prisa el domingo leyendo la prensa, encontrar tiempo para devorar treinta páginas del tirón de ese libro que tienes a medio, preparar tu plato favorito... Cada persona tiene su estilo propio de desconectar. De vivir conscientemente el "aquí y ahora".

Por eso os invito a practicar el "dolce far niente" más a menudo...os puedo asegurar que después, vuestra vida no volverá a ser la misma.

Mañana de lluvia


Llueve... Empieza esta mañana de sábado lloviendo sin parar. Parece que el otoño se lo ha tomado en serio, acaba de llegar y está dejando claro quién manda.
Bueno... qué le vamos a hacer! Yo me he empeñado en llevarlo lo mejor posible, y aunque he tenido que renunciar a desayunar en la terraza, viendo cómo amanece lentamente, he de reconocer que el efecto de la lluvia desde mi ventana es francamente hipnótico. El cielo blanco, lavado y empapado de agua, el rítmico sonido de la lluvia, el olor a tierra mojada y a ciudad limpia, renovada...
En el fondo es hasta agradable.